La Herbolaria es la ciencia que estudia las propiedades y poderes curativos de la gran diversidad de plantas y hierbas que nos provee la madre naturaleza. Tiene sus orígenes en el origen mismo del hombre y en su necesidad de curar sus dolores, padecimientos y enfermedades.
Desde sus inicios tanto las comunidades primitivas, como los egipcios, griegos y romanos tuvieron en la herbolaria el vehículo idóneo para cuidar su salud y tener una mejor calidad de vida, herencia que después se vio enriquecida de manera clave por la contribución del Lejano Oriente y sobre todo por la vastísima tradición herbolaria del Nuevo Mundo, en especial México (vea un interesante artículo sobre La visión de la medicina indígena).
El aprovechamiento de las propiedades curativas de las plantas es una práctica milenaria que nunca ha dejado de tener vigencia. Todavía en el Siglo XVIII el tratamiento médico habitual en Occidente se basaba en la prescripción de remedios herbales, y hoy en día, la Organización Mundial de la Salud estima que la herbolaria está tres o cuatro veces más difundida en el mundo que la medicina ortodoxa. Más aún, se considera que casi la mitad de los medicamentos modernos proceden del reino vegetal. (R.G. Guía de las Terapias Naturales. México 1992).
Productos Herbolarios. De todo el universo de hierbas y plantas que poseen propiedades curativas o medicinales, la Herbolaria nos ofrece las siguientes presentaciones básicas:
- Hierbas y Plantas a Granel (para preparar té e infusiones)
- Cajas con Sobres Instantáneos (para preparar té e infusiones)
- Capsulas y Tabletas
- Tinturas o Extractos Líquidos
- Jabones y Shampoos
- Aceites, Pomadas, Cremas y Cosméticos
A continuación algunas de las hierbas más comúnmente conocidas y sus acciones:
Cola de Caballo (Equisetum robustum A. Br). Infecciones de las vías urinarias y los riñones. Eliminación de cálculos de riñones. Empleada en enfermedades en que interesa activar la función de los riñones. Gota; Retención de líquido entre los tejidos; En afecciones del estómago, menstruaciones excesivas, hemorroides sangrantes y vómitos de sangre por tuberculosis pulmonar. Remineralizante. Aplicada en compresas sobre las mamas da firmeza y elasticidad, complementando el tratamiento con la ingestión de la infusión.
Eucalipto (Eucalyptus globulus Labill). Padecimientos de vías respiratorias; antidiabética. Balsámico y sudorífico. Afecciones de las vías respiratorias y del aparato urinario. Uso externo: para inhalaciones.
Manzanilla (Matricaria chamomilla L). Cólicos estomacales, del intestino, de la matriz. Menstruaciones difíciles y dolorosas. Cólicos del uréter y vejiga. Enfermedades infecciosas (por su acción sudorífica). Dolores nerviosos de cabeza. Antihistamínica. Uso externo: En compresas, para hemorroides, forúnculos, úlceras varicosas, inflamaciones de los ojos, conjuntivitis.
Estudios científicos recientes confirman que la infusión de manzanilla tiene un efecto sedante, muy útil en casos de artritis y otros padecimientos similares como resultado de contener camazuleno y alfa-bisabolol que son desinflamatorios y antisépticos de moderada intensidad. Otras pruebas científicas dan fe de sus propiedades antiespasmédicas, lo que respalda su uso tradicional para aliviar cólicos intestinales.
Romero (Rosmarinus officinalis L). Trastornos digestivos; desinfectante de la piel; protector del hígado. Con el aceite esencial se prepara alcohol de romero, utilizado para prevenir las úlceras de los enfermos que deben pasar tiempo en cama. También es útil para tratar dolores reumáticos, lumbalgias, etc. y se emplea, en fricciones, para combatir la alopecia.
La infusión de hojas de romero alivia la tos y es buena para el hígado y para atajar los espasmos intestinales. El humo de romero sirve como tratamiento para el asma. El alcanfor de romero tiene efecto hipertensor (sube la tensión) y tonifica la circulación sanguínea.